miércoles, 26 de mayo de 2010

Nada es mucho...


Un día todo se tornó oscuro
Alguien puso una venda en mis ojos
Mi cuerpo fue despojado de sus ropas
Mi alma dejada sin aliento

Y los colores se apagaron
Las luces no encendieron más
Algunos sueños se esfumaron
Mi rostro caído miraba el suelo

Mi silencio e indiferencia resurgieron
Como en algunos años de soledad atrás
Sólo… sólo con una diferencia a aquellos días…

Lo palpable se deshizo
Pero mi esencia se mantuvo intacta
Mi Dios vive para siempre
Dejó este cuarto en oscuridad
Para obligarme a salir de él y mirar el atardecer.

No prometo no derramar más lágrimas
Pero prometo mirar al cielo con esperanza
Volver a las raíces de mi fe
Y no mirar nunca más atrás ni dudar de la mano que me sostiene.

Me quitaste lo que no era necesario,
Ahora  espero de vuelta lo que tienes para mi
Y no me dejaste sóla ni tu
Ni las personas que más amo.

He callado un tiempo, he bebido mi aflicción
Pero tu Dios no me has abandonado
El fuego no ha quemado
El agua no me ha anegado
Soy tu elegida…
Te harás ver HOY
Jesús eres el dueño de mi vida… GPP 26 de mayo, 2010